El auge de los supermercados de bajo costo transforma el empleo en Colombia 

El modelo de supermercados de bajo costo sigue ganando terreno en Colombia, con una rápida expansión que ha creado nuevas oportunidades de trabajo formal. Según el Banco de la República, este fenómeno está impulsando la economía local, sobre todo en ciudades intermedias y barrios populares.

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Sin embargo, el auge también despierta preocupación entre pequeños comerciantes, quienes aseguran que la competencia desigual amenaza la sostenibilidad de sus negocios. Analistas señalan que el reto será equilibrar el impacto positivo en el empleo con políticas que protejan al comercio minorista tradicional y fomenten la formalidad. 

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A la par, el Ministerio de Trabajo ha identificado que gran parte de las nuevas vacantes en estas cadenas corresponden a empleos de carácter operativo y temporal, lo que plantea dudas sobre la estabilidad laboral a largo plazo. Organizaciones sindicales han pedido al Gobierno que supervise las condiciones contractuales para evitar que la expansión del modelo se traduzca en precarización.

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De otro lado, economistas destacan que este fenómeno no es exclusivo de Colombia: países vecinos como Perú y Ecuador también experimentan un boom de supermercados de bajo costo. La experiencia internacional muestra que, con regulaciones adecuadas, estas cadenas pueden coexistir con los pequeños negocios y, al mismo tiempo, contribuir a ampliar el acceso de la población a alimentos más baratos.